A continuación hablaremos sobre una exfoliación o limpieza profunda del rostro que te permitirá eliminar las impurezas de la piel: acné y espinillas principalmente. A su vez, esta limpieza te ayudará a renovar tu piel y hará que ésta se vea más limpia y radiante.
Para medir la frecuencia con la que podrás hacer esta exfoliación es importante que analices las características de tu piel, teniendo en cuenta lo siguiente:
Piel joven: sí tu piel es suave y consideras que conserva las propiedades de una mujer entre los 15 y 25 años, puedes hacerte esta exfoliación dos veces al mes. Sin embargo, el cuidado que debas tener con tu piel varía mucho de acuerdo al ambiente que te rodea y tus hábitos alimenticios.
Si estás en este rango de edad pero vives en una ciudad muy agitada donde la contaminación es media o medio-alta, es importante que limpies tu piel en profundidad (como lo explicaremos más adelante) dos veces al mes (sin falta) y que no descuides la limpieza diaria en el día y en la noche.
Los fines de semana o los días que tengas más tiempo (una vez por semana) complementa aplicando una crema exfoliante en todo el rostro y déjala actual durante uno o dos minutos haciendo masajes suaves con la crema sobre la piel, y luego retírala totalmente con abundante agua.
Pieles que conservan juventud pero que están adquiriendo apariencia o algunos de los aspectos más notorios de las pieles maduras (tales como: manchas que deja el sol en la piel, arrugas notorias o con textura, manchas por el embarazo, líneas de expresión notorias, flacidez en algunas zonas de la piel, entre otras). Normalmente esto empieza a ocurrir a partir de los 30 años de forma progresiva. Sin embargo, algunas mujeres desde sus 25 o 26 años de edad notan estas mismas características en su piel.
Si este es tu caso, lo más recomendable es disminuir la frecuencia a una exfoliación o limpieza facial profunda al mes e igualmente te recomendamos no descuidar la limpieza diaria de día y de noche, así como aplicar una crema exfoliante una vez por semana en el rostro (si lo consideras necesario) y dejarla actuar por uno o dos minutos haciendo masajes suaves con la crema sobre la piel y luego enjuagar hasta retirarla por completo.
Por supuesto, sea cual sea la edad que tenga tu piel, cuando finalices cualquier limpieza hidrata tu rostro con una crema adecuada para tu edad y tipo de piel.
Proceso de limpieza profunda para piel normal a grasa:
1. Limpia tu rostro completamente de la siguiente forma:
Humedece un algodón para limpiar el maquillaje o un pañuelo de papel con agua micelar (te recomendamos: Sensibio H2O de Bioderma (tapa roja) o Effaclar agua micelar Ultra de La Roche-Posay), y limpia bien pasando el algodón por todo el rostro. También puedes hacerlo con un pañito húmedo que no contenga aceites ni alcohol para que no afecte ni engrase tu piel.
Después lava tu rostro con agua y un jabón facial. Te recomendamos el gel limpiador para piel grasa de Cetaphil o Effaclar de La Roche-Posay, aunque puedes utilizar el que prefieras. Para la aplicación de los productos Sensibio y Effaclar agua micelar no se requiere posteriormente aclarar con agua. Sin embargo, es mejor hacerlo, ya que es un producto que luego se va a concentrar en la piel y para la limpieza facial que vamos a realizar la piel debe estar sin ningún producto desde el comienzo.
2. Utiliza vapor de agua caliente sobre tu rostro:
Puedes utilizar un vaporizador facial sencillo o también una olla de cocina. Adiciónale agua hasta la mitad (es recomendable no llenar completamente el recipiente para evitar que al hervir salga el agua).
Cuando el agua esté caliente y veas que sale vapor (no es necesario que el agua esté hirviendo), baja el calor del recipiente para que continúe calentando pero sin que el agua hierva.
Ubica tu rostro sobre el vaporizador o la olla con agua para recibir un poco del vapor. Ten mucho cuidado en acercar demasiado tu cara al vapor, toma una distancia en la que sientas el vapor sin estar demasiado cerca, ya que el vapor muy caliente podría lastimar tu piel.
Como aparece en la anterior imagen, cubre tu rostro lo mejor posible para que el vapor que salga se dirija específicamente hacia esta zona. El vapor hace que los poros de la piel se dilaten y se extiendan un poco, permitiendo luego sacar fácilmente todas las impurezas.
Recibe el vapor del agua durante cinco minutos. Te sugerimos no permanecer menos tiempo porque los poros no se dilatarán lo suficiente, ni mucho más tiempo ya que no es necesario.
3. Exfolia tu rostro:
Después de los cinco minutos con el rostro sobre el vapor, lava muy bien tus manos. Puedes utilizar las yemas de tus dedos para realizar la limpieza sacando las impurezas, ajustando con ambas manos la zona y utilizando únicamente la yema de tus dedos. Aquí también debes ser cuidadosa para no lastimarte, ya que si utilizas las uñas te puedes maltratar la piel.
Intenta retirar las impurezas en todo el rostro. Sin embargo, si después de tratarla con tus dedos no logras retirar algún punto negro o granito, no fuerces la zona porque la piel se puede irritar. Continúa con otra área del rostro, en los siguientes pasos tratarás nuevamente esta zona.
Cada vez que retires las impurezas del rostro, limpia tus dedos con una toalla que no vayas a utilizar después (lava la toalla cuando termines) o bien utiliza hojas de papel higiénico. Otra forma de hacerlo es utilizando en la yema de tus dedos una toalla de papel como aparece en la siguiente imagen:
Teniendo la precaución de utilizar toallas para limpiar las impurezas en tus dedos, podrás estar segura de no llevar todos los granitos y espinillas al rostro nuevamente y por ende evitarás que se extiendan en tu piel.
Usar tus dedos limpios sin utilizar toallitas sobre estos también es una práctica bastante útil, ya que la yema de los dedos te ayudará a controlar que las impurezas que estás retirando realmente salgan de la piel, porque la presión se concentra mejor sobre el área que estás tratando. Sin embargo, ten presente la recomendación anterior de limpiar tus dedos cada vez que retires las impurezas del rostro con una toalla limpia y que no utilices después.
4. Aplica una crema exfoliante en tu rostro:
Tan pronto consideres que has terminado de retirar todas las impurezas del rostro, lava muy bien tus manos con agua y jabón.
Después aplica una cantidad moderada de crema exfoliante en todo el cutis (la crema debe cubrir la piel), y realiza masajes circulares suaves durante uno o dos minutos para terminar de remover y limpiar. Te recomendamos usar la crema exfoliante facial Apricot scrub de St. Ives o cualquier otra crema de tu preferencia, pero fíjate que principalmente contenga ingredientes naturales como la avena.
Enjuaga muy bien la piel con abundante agua y retira la crema en su totalidad.
5. Paso final, las cremas para el después:
Una vez termines de lavar el rostro, sécalo muy bien con una toalla limpia y evita aplicarte cremas, en especial sobre la zona T o donde tengas mayor predisposición a las grasas e impurezas.
Zona T
Te recomendamos aplicar únicamente la crema de contorno de ojos (si ya la estás utilizando) y una crema especial sobre aquellos granitos incómodos que no quisieron salir durante la limpieza. La crema que te sugerimos usar es Effeclar Duo (+) de La Roche-Posay o Nixoderm en gel o en crema (este producto solo se encuentra en farmacias de algunos países en Latinoamérica).
Hasta después de cuatro horas como mínimo puedes aplicar crema hidratante, crema para protegerte del sol y/o maquillaje, por lo que te recomendamos hacer esta limpieza en horas de la tarde o en la noche.
Recomendaciones finales:
Este proceso completo tarda entre media y una hora en finalizar, dependiendo de la cantidad de impurezas que tengas. Algunas veces puede tardar hasta dos horas, por lo que será mejor tener tiempo y paciencia para hacerlo.
Existe el mito de que no debes pellizcar tu piel, y por esta razón pagas una gran cantidad de dinero en exfoliaciones en centros estéticos o en productos. Esto no está mal, pero realmente no es necesario. Necesitas tener los cuidados para hacerlo con las precauciones debidas de higiene y cuidado para no maltratar tu piel. Una vez adquirido el hábito, notarás que es muy sencillo.
Evita bañarte el cabello después de finalizar este proceso, ya que estarás aplicando grasas e impurezas a tu rostro, especialmente si el agua con champú o con acondicionadores caen en tu rostro. En su lugar, lava tu cabello antes si piensas que es necesario.
No pases tus manos frecuentemente por el rostro, en especial si no están limpias.
Si realizaste esta limpieza en la noche, deja tu rostro sin ningún producto y al día siguiente realiza tu limpieza diurna como harías normalmente.
Si realizaste esta limpieza en el día o en la tarde, llegada la noche limpia tu rostro como normalmente lo harías e hidrata.
Si quieres aplicar otros productos sobre tu rostro mientras realizas la limpieza facial profunda, ten en cuenta su composición para que estos no engrasen tu piel.
Si presentas alguna irritación o sintomatología fuera de lo normal en la piel, consulta con tu dermatólogo directamente.
Para mujeres mayores de 50 años no recomendamos hacer limpiezas faciales ni exfoliaciones sin antes consultar con su dermatólogo profesional o con un especialista en la materia, ya que la piel a esta edad es más sensible y susceptible a la resequedad, por lo que cualquier procedimiento que no sea apto puede acentuar la edad de la piel o lastimarla.
Existen también en el mercado diferentes productos que te pueden servir para retirar los puntos negros y demás afecciones de la piel, tales como el extractor de espinillas (pequeñas herramientas con forma de varilla con asas o aros en cada extremo o lancetas afiladas, que sirven para retirar las espinillas o comedones).
A continuación dejaremos los nombres e imágenes de los productos mencionados, que pueden adquirirse en farmacias, tiendas de productos de aseo personal, tiendas naturistas o herbolarios, tiendas distribuidoras de productos de belleza, en Amazon o en Mercado Libre.
Agua micelar:
Sensibio H2O de Bioderma:
Effaclar Ultra de La Roche-Posay:
Jabón limpiador facial para piel grasa:
Cetaphil:
Effaclar de La Roche-Posay:
Vaporizador facial: no te recomendamos una marca específica pero sí un diseño que se amolde a la forma y tamaño del rostro. Recuerda que es preferiblemente de uso personal.
Crema exfoliante:
Apricot scrub de St. Ives:
Cremas correctoras de imperfecciones y desincrustantes:
Effeclar Duo (+) de La Roche-Posay:
Nixoderm en gel:
Nirxoderm en crema:
Extractor de espinillas y comedones: existen diferentes tipos de extractor (en la imagen aparece uno de doble cara). Los puedes adquirir fácilmente en tiendas online o distribuidoras de productos de belleza.
(Los productos mencionados en este artículo se basan en la experiencia del equipo de Potencia tu Imagen Personal y pueden ser sustituidos por otros similares o incluso de mayor efecto. Su selección no ha sido con fines publicitarios ni tienen ninguna vinculación con los autores).
Coméntanos tus resultados con esta limpieza facial profunda y qué otros productos utilizas…
Saludos,
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